El chándal, al igual que el smoking, no son solo prendas de ropa. La moda nace dentro de una cultura, como respuesta a unas necesidades cotidianas o como medio de subversión frente a lo establecido.
En música, el chándal nos lleva a géneros musicales que la academia hace mucho que dejó de lado, a historias de periferia, a estilos urbanos, a hip-hop y a break dance.
En resumen, el chándal nos obliga a entender el cuerpo como un ente musical en movimiento, que no solo sopla instrumentos o frota cuerdas, sino que mira el espacio escénico desde una perspectiva mucho más amplio.
Este taller está diseñado por bailarines, actores y músicos que llevan años trabajando en compañías transdisciplinares y psicopedagogos que dan coherencia educativa a todos los procesos.
Este taller es el resultado de decenas de sesiones con músicos profesionales explorando e investigando cómo aprender a través del movimiento.
Tocamos valses orquestales en año nuevo sin entender por qué el tercer tiempo se retrasa levemente, música española sin haber visto nunca un bailaor flamenco y West Side Story sin conocer la coreografía del musical original.
La atomización de la educación artística en diferentes instituciones nos ha llevado a olvidar nuestra cercanía con el arte de la danza y por ello, nuestro taller tiene como objetivo no solo enseñar a entender la música desde la mirada de un bailarín, sino también revalorizar la propia figura del bailarín.
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